La columna de Erika Rivero Almazán
“La contemplación es un lujo, mientras que la acción es una necesidad”: Thomas Carlyle.
México ocupa el lugar número 11 a nivel mundial entre los países más contaminados, según los estudios del investigador Erin McDuffie, del departamento de energía ambiental e ingeniería química de la universidad Washington.
Los números son agresivamente contrastantes con el imaginario colectivo que existe en la mente del mundo sobre México: playas de sol perfecto, mares bañados de azul y verde, selvas profundas con monos araña y jaguares: la biodiversidad a su máxima potencia.
Joyas del destino turístico para lucir al mundo.
Entonces, ¿por qué existe esta paradoja tan marcada en México?
Desde hace una década, los medios de comunicación y el periodismo mexicano ya destinan una sección importante para hablar de los problemas del medio ambiente.
Por supuesto que la prensa sigue difundiendo y hasta denunciando el cambio climático, la pérdida de los ecosistemas terrestres y acuáticos, el ataque a la biodiversidad y los problemas de la calidad del aire.
Creo que el punto de quiebre del medio ambiente en México proviene por dos circunstancias:
1. En el pecado llevamos la penitencia: Nos hemos dado el lujo de contemplar el problema, en vez de la acción.
2. La pobreza. De cada 10 mexicanos 8 presentan algún grado de pobreza. Esto es aprovechado por los gobiernos mexicanos para seguir ignorando en el presupuesto público el tema medioambiental.
La revista Forbes, en su reciente publicación dedicada a México, lanza un dardo envenenado a las políticas públicas del presidente de México, Andres Manuel Lopez Obrador.
«López Obrador: ¿aliado o enemigo del medio ambiente?. El presidente impulsa 2 proyectos que atraen inversión y empleos, pero refuerzan el uso de combustibles fósiles y amenazan el medio ambiente: La construcción de la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya. A pesar de que la refinería en Dos Bocas, Tabasco, ha generado más de 34,000 puestos de trabajo y el Tren Maya busca detonar el turismo, continuar impulsando los proyectos y obras que tengan como base el combustible fósil, es decir, el petróleo crudo, es insostenible para la salud humana.».
En la nueva refinería Dos Bocas ahora, se ocupa una área Protegida que amenaza a 350 tipos de aves y 100 mamíferos, como el jaguar, pecarí, mono araña, además de cocodrilos, tortugas marinas, colibríes, guacamayos y loros.
El Tren Maya recorrerá una distancia de aproximadamente 1,500 km y pasará por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, con el fin de “impulsar la economía” en los estados del sur; sin embargo, el impacto ambiental será irreversible.
“La preocupación es que se pretenda abarcar más de lo que ya tiene previsto, hay muchos ejemplos de cómo las zonas turísticas después de un tiempo se convierten en centros de urbanización, y esto lo que provoca es que las especies queden de alguna manera acorraladas y tengan que buscar otros espacios para sobrevivir”, declaró Andrea Ugarde Vázquez, fundadora del proyecto de divulgación científica Siempre Animal».
En Puebla, mi ciudad, la cuarta más importante de México, los ríos Atoyac y Alseseca son los más importantes que atraviesan toda la mancha urbana y otros estados.
En entrevista en la revista política Los Conjurados, el exsecretario de Medio Ambiente de Puebla, Francisco Castillo Montemayor, aceptó que ambos ríos están considerados como «ríos muertos», pero que se pueden revivir… el problema es «la falta de voluntad política para hacerlo».
En mi trabajo periodístico, gobernadores, presidentes municipales y diputados llegan y se van con la promesa eterna de sanear el Alseseca y el Atoyac.
La más reciente investigacion por parte de la universidad Iberoamericana Puebla, se diagnostica: en una taza cafetera de 200 ml existen exiisten 200 mil bacterias dañinas, incluso cancerígenas.
Xabier Gorostiaga, de la Coordinación de Medios del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente de la Universidad Iberoamericana hace una declaración contendente: «Tenemos que reconocer que no hemos transformado nada, se sigue consintiendo una industria que se niega a pagar un río sano, gobiernos locales que prefieren dejar a las siguientes administraciones el problema, en lugar de hacerse cargo de la realidad, de sus recursos y sus habitantes” .
Entonces, el problema se investiga, se documenta, se publica y se sabe.
¿Entonces por qué seguimos contemplando en vez de aplicar acción».
El siguiente paso para México es inminente: La acción consciente de una información que ya conocemos.
México tiene una enorme deuda con sus ciudadanos y hasta con el mundo.
La presidencia de la República y los gobiernos estatales y municipales han demostrado dar la espalda al problema.
¿Qué nos queda?
La acción desde los colectivos, desde la ciudadanía, desde lo individual y familiar.
Las nuevas generaciones ya reciclan la basura, cuidan el agua y ahorran la energia eléctrica. Los colectivos se mueven y actúan, los medios de comunicación seguimos cumpliendo con la tarea informativa.
Desde este panorama la misión es posible.
Porque desde el enfoque gubernamental el tema sigue siendo ignorado, y muy posiblemente, el segundo trienio de Lopez Obrador continuará dando la espalda a las energías limpias.
No hay alternativa.
Estamos solos.
Sigamos caminando.