Los Conjurados, la columna de Erika Rivero Almazán
- Los escándalos de MORENA afectarán negativamente en sus resultados electorales.
Aunque usted no lo crea, todos los escándalos por los que ha transitado este partido (el Metro, la portada del Economist, los escándalos de abuso sexual, la secta, el caso de Félix Salgado Macedonio en lo nacional, en lo local, del diputado impresentable Saúl Huerta, ) no han sido factores suficientes para bajar a este partido de las preferencias electorales a nivel nacional. Todas las encuestas demuestran que el partido del vino tinto se llevará la mayoría de las curules federales, y sin duda, este efecto tendrá una influencia colateral en los estados, incluyendo a Puebla. No arrasará como en el 2018, pero mantendrá sólida su ventaja. - La capital de Puebla y la zona metrolopolitana está harta de MORENA y optará por apoyar al PAN y a la alianza PRI-PRD.
Esto está por verse. La encuesta publicada este miércoles de Reforma-Latinus es contundente: si bien Morena no le alcanza para tener mayoría absoluta en el Cámara Baja, si alcanzará la mayoría calificada. Esto por que los mexicanos siguen creyendo en AMLO y lo seguirán apoyando todavía en la elección del 2021 través de su partido: MORENA.
Su nivel de influencia, repito, es nacional. Imposible no serlo. Sólo así se explica las tendencias favorables de gobiernos municipales morenistas, con todo y la desaprobación de la considerada “clase media y alta”, quien reprueba tanto a Morena como a AMLO, más allá de que esté convencida de la alianza PAN-PRD. El punto aquí es que a este sector no le alcanzará para mermar al partido vino tinto, vinculado con la “clase popular y rural”. De ahí que Karina Pérez Popócatl, de San Andrés Cholula, y Julio Lorenzini de San Pedro, aventajen, y por mucho, en las preferencias electorales. No igual proporción ni en Cuautlancingo ni en la capital. - El PAN se recuperará en esta elección para convertirse en un frente anti-AMLO.
Volvamos al ejemplo de Reforma-Latinus, y podremos agregar a Alejandro Moreno del Financiero: MORENA le podrá alcanzar la mayoría absoluta en el Congreso; pero en lo que respecta al PAN todo parece indicar que descenderá para convertirse en la tercera fuerza política nacional, mientras que el PRI asciende a la segunda fuerza. Y tome en cuenta esta consideración para los estados y los municipios. La marca PAN nacional baja y surte su efecto dominó en los estados y municipios. Esto en gran medida a que no existe un verdadero liderazgo en el blanquiazul que logre confrontar el discurso del presidente. Ni Marko Cortés, ni Ricardo Anaya ni el jefe Diego, ni Fox ni Calderón les alcanza para convertirse en un líder fuerte, convincente y carismático que mine el discurso de las mañaneras de AMLO. Otro factor de este impacto al PAN podría ser la alianza con el PRI y PRD. Todo parece indicar que su instauración para esta elección causó un efecto contraproducente: jamás sumó, pero sí restó. - Puebla es un estado seguro y libre de violencia.
De por sí esta elección ya está considerada como la más violenta y controversial en todo el país. Puebla no es la excepción. Desde la salida intempestiva de Raciel López Salazar como titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), al igual que a los mandos de las policías Estatal, de Vialidad y Procesal, al subsecretario de Coordinación y Operación Judicial, así como al director de General de Grupos Especiales, todos de origen chiapaneco, Puebla está en vilo. Muchos son los reportajes dedicados a Raciel López, presuntamente vinculados con el narcotráfico, y para nadie es un secreto que el narco participa activamente en el apoyo a candidatos. Balazos a media noche, amenazas veladas y cínicas contra políticos y candidatos, comandos armados que corren por las noches, robos y hostigamiento en las casas de campaña, secuestros de candidatos y un extenso serial de denuncias, son el pan y la sal en esta elección. Crucemos los dedos para que este domingo no estalle la olla express en la que se ha convertido la seguridad pública en el estado. - El gobernador Barbosa se meterá en la elección
Una cosa es que el gobernador Miguel Barbosa tenga a sus candidatos preferidos y los guarde en su corazón, como ya lo ha manifestado varias veces y públicamente en sus ruedas de prensa mañaneras, y otra muy distinta a que se meta a operar de lleno el día 6 de junio. Esto porque ha manifestado también abiertamente su reprobación a los métodos de selección de MORENA y ha reprochado sus decisiones, lo que se puede deducir que muchos de los candidatos de su partido no son los suyos. En el caso de la capital, también mucho se ha dicho que al no quedar Gabriel Biestro como candidato a la alcaldía de Puebla, su segunda opción es Eduardo Rivera Pérez, lo que significaría que respaldará con recursos y estructura al PAN y a su alianza.
Este trascendido tuvo como motor el divorcio que existe entre el propio gobernador y la alcaldesa con licencia y actual candidata Claudia Rivera. En verdad, creo que esta hipótesis no tiene sustento. Es difícil imagina que el gobernador enviará a su gente con dinero y con recursos del gobierno del estado para impulsar a un personaje de la ultraderecha. ¿Barbosa apoyando a un yunque? No es lógico, ni posible. Lo que sí es viable es que no apoyará a ningún Rivera en la capital, y que el gobernador verá los toros desde la barrera.
Eduardo Rivera lo dice cada vez que tiene un micrófono cerca: no tiene dinero, su campaña es sumamente austera, no adquirió servicios de publicidad ni de encuestas, por eso no ha publicado ninguna. En pocas palabras: el candidato de la derecha admite que “no tiene dinero”. Y lo que se ve, no se juzga. Un “candidato del gobernador” nunca se ha puesto en semejante posición.