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En América Latina, la región ha reducido la brecha de género, pero las perspectivas de empleo son débiles.

Redacción Los Conjurados

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) pronostica que en 2024, dos millones de trabajadores adicionales buscarán empleo, aumentando la tasa de desempleo mundial al 5.2%, un retroceso desde el 5.1% de 2023. Aunque los mercados laborales han mostrado resiliencia, la recuperación de la pandemia sigue siendo desigual, con nuevas vulnerabilidades y crisis múltiples.

A pesar de la disminución general del desempleo, se espera un aumento global en 2024, junto con desigualdades y estancamiento de la productividad.

La OIT destaca la persistencia de la pobreza laboral y la creciente desigualdad de ingresos. Se proyecta que el trabajo informal representará el 58% de la mano de obra mundial en 2024.

La participación de las mujeres se ha recuperado, pero persiste una brecha de género, especialmente en países en desarrollo.

La tasa de desempleo juvenil sigue siendo alta, y aquellos que regresaron al mercado laboral después de la pandemia tienden a trabajar menos horas. A pesar de avances tecnológicos, la productividad ha disminuido debido a inversiones en sectores menos productivos.

El director de la OIT, Gilbert Houngbo, expresa preocupación por los desequilibrios estructurales, señalando que la baja calidad de vida y la baja productividad, combinadas con la inflación persistente, conducen a mayor desigualdad y socavan la justicia social.

En América Latina, la región ha reducido la brecha de género, pero las perspectivas de empleo son débiles.

Se estima que la tasa de desempleo se mantendrá alrededor del 6% en 2024 y 2025, con un aumento en la desocupación juvenil.