La columna de Rafael Micalco.
«El Político de Acción Nacional se mantiene coherente con los Principios de doctrina, entre la palabra y la acción, es falso que la manera de pensar de Acción Nacional, que el humanismo trascendente, no dé votos; pasa que al no ser coherentes, la sociedad rechaza a los políticos incoherentes precisamente por ser incongruentes”.»
Carlos Abascal Carranza
En estos días, el Partido del cual emana el poder en turno a nivel federal y local ha dado muestra de su poco compromiso con el cumplimiento de la ley, pues anteponiendo sus tiempos y decisiones, a los preceptos constitucionales y marcos jurídicos en diversas materias se conducen no solo al margen de la ley, sino en algunos casos, en contra de ella.
Es muy grave para el país que, ante una etapa inestable, políticamente, debido al aumento del descontento social por yerros gubernamentales; económicamente, debido a la simulación de “un peso fuerte” contra el encarecimiento de productos de la canasta básica y otros rubros como el desarrollo, salud, turismo y movilidad muestran pocos logros obtenidos lamentablemente, con grandes consecuencias, se suma una crisis de legalidad por parte de estos actores.
El pasado fin de semana, en un acto de simulación del “dedazo presidencial”, se tomaron acuerdos de método de selección de su candidato –término del cual recularon llamándolo coordinador nacional- y todo eso transgrediendo la ley electoral, la cual es muy clara sobre los tiempos de definición de candidaturas para las fuerzas políticas.
Transgreden la ley para que, de manera impune, pueda recorrer el territorio nacional en un flagrante acto anticipado de campaña, y no solo las giras y el costo que conlleva, sino el indecente derroche de recursos en campañas publicitarias. Primero fue en espectaculares y, últimamente, la pinta de bardas. Todo ello faltando a la ley.
En el ámbito local también hay mucho que decir, pues los aspirantes del partido en el poder, de igual forma, han pasado por encima de la ley, creyendo erróneamente que las y los ciudadanos no observamos sus faltas.
Hoy, las y los poblanos vemos con tristeza cómo nuestros puentes, carreteras y parques están plagados de propaganda política. Y preguntándonos ¿Y la ley?
Los ciudadanos, quienes estamos conscientes de que son las leyes las que permiten transitar en paz, sabemos que es totalmente incongruente que quien aspire a un puesto público o cargo de representación, y para ello jure “cumplir y hacer cumplir la ley”, no pueda iniciar pasándola por alto.
¿Qué clase de jugador será el que inicia irrespetando las reglas? México y Puebla requieren proyectos de país y estado, requieren perfiles preparados y honestos, es decir, se requiere congruencia de quien aspira, no simulación.
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