La columna de Érika Rivero Almazán
Más de mil mujeres corearon a Toño López: «presidente… presidente… presidente»… el coordinador de la bancada de diputados del PT en el Congreso Local, al parecer, dio el primer paso para lo que ya había prometido: alzar la mano para la candidatura a la presidencia municipal de Puebla.
Eso sí, jamás lo dijo, jamás lo sugirió siquiera, pero «se sintió»: que va, va… y con todo.
Este domingo, en el Centro Mexicano Libanés, las poblanas se desataron: aplausos, porras y selfies con Toño, todo en el marco de la clausura de la caravana «Sí, tómatelo a pecho», organizada por las fundaciones FUCAM, Tik Nime A.C. y Mujeres Unidas, Generando Lazos. Toño estaba contento: «Yo soy su aliado que quiere que las mujeres se cuiden y luchen por su salud, yo quiero que las mujeres sí vayan por ese negocio, que las mujeres sigan fomentando valores, que las mujeres sigan escribiendo con la verdad y que digan lo que está pasando aquí, porque Puebla las necesita bien, Puebla las necesita a salvo».
Y aquí vienen a colación las últimas declaraciones que hizo la dirigente de Morena en Puebla, Olga Romero Garcicrespo, quien pidió a los petistas que dejen sus aspiraciones a un lado y que mejor se sumen a la unidad de la 4T. Fue una versión más dulce en comparación con el tono bélico y agrio de Carlos Evangelista, que prácticamente les quitó la mesa al PT y les advirtió que la capital poblana es para Morena. Y de nadie más.
Aquí hay una tragedia por venir.
Morena, al parecer, no se da cuenta de que Toño es uno de los pocos perfiles que realmente podrían atraer votos y enfrentarse a una Puebla Capital vestida de azul. Un perfil como el de Toño sí puede lograr que los poblanos volteen y le den una oportunidad a Morena y a la 4T.
Y para muestra… un domingo en el Centro Mexicano Libanés.