También acusó a la Fiscalía y al Comisionado Estatal de Búsqueda de estar «quedando a deber», pues no solo se ha ignorado sistemáticamente a los colectivos y a las víctimas.
Redacción Los Conjurados
Durante una entrevista en el programa Los Conjurados, conducido por la periodista Erika Rivero, María Luisa Núñez Barojas, activista e integrante del Colectivo “Voz de los Desaparecidos en Puebla”, reveló detalles críticos sobre el hallazgo de una fosa clandestina en Palmar de Bravo, así como graves omisiones por parte de las autoridades encargadas de investigar y atender estos casos.
La activista señaló que fue la propia sociedad civil la que descubrió el sitio y dio aviso a las autoridades, pero cuestionó que la Fiscalía de Puebla llegara al lugar ya entrada la noche, cuando las condiciones para hacer un levantamiento adecuado eran prácticamente nulas. “No llegaron a tiempo los peritos. ¿Por qué? ¿Dónde están los recursos para quienes sí están haciendo el trabajo?”, expresó.
Asimismo, urgió a la Fiscal General del Estado a destinar más personal y recursos al área de identificación humana, particularmente en disciplinas especializadas como la antropología forense, al tiempo que criticó la falta de voluntad política para enfrentar la crisis de desapariciones en Puebla.
Núñez también acusó a la Fiscalía y al Comisionado Estatal de Búsqueda de estar «quedando a deber», pues no solo se ha ignorado sistemáticamente a los colectivos y a las víctimas, sino que también existe violencia institucional contra los propios trabajadores de la Fiscalía. “No hay piso parejo, y eso, al final, termina afectando a las víctimas”, afirmó.
Además la representante del colectivo lanzó preguntas clave: ¿Qué hará el Estado si el Comisionado no cumple?, ¿por qué se nombró a Enrique Rivera si no cumple los requisitos del cargo?, ¿por qué se ignora a quienes viven esta tragedia?, ¿dónde está la voluntad política?, y ¿realmente están capacitados los funcionarios que toman decisiones?
La entrevista expuso, una vez más, el abandono institucional en torno a los desaparecidos en Puebla y evidenció el rezago en la respuesta estatal a una crisis que, para cientos de familias, sigue siendo una herida abierta.
