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Después de permanecer varios años en “la congeladora”, el Congreso del Estado aprobó la Ley Agnes.

Victoria Ventura

Después de varios años de presión, mantener en la congeladora las reformas en torno al tema y después de postergar la votación, finalmente en Puebla se aprobada por el Congreso la iniciativa de reconocer el cambio de identidad de género en los documentos legales de las personas de la comunidad trans, además de dar certeza jurídica y garantizar sus derechos humanos.

Con 36 votos a favor, cero en contra y seis abstenciones por parte de representantes del PAN y PRD, el Congreso de Puebla aprobó en sesión plenaria la Ley Agnes.

En los últimos siete años, en México se registraron 209 crímenes de odio contra la comunidad LBGT, en donde las víctimas han sido 44.5 por ciento mujeres trans y 40.7 por ciento hombre trans, de acuerdo con el Observatorio Nacional de Crímenes de Odio Contra las Personas LBGT.

En dicho lapso, en la entidad poblana se cometieron un total de 18 crímenes de odio, lo cual la coloca en el quinto lugar a nivel nacional en este tipo de delitos, después de Veracruz, Chihuahua, Michoacán y Guerrero.

De acuerdo con la entrevista de Cinthya Gabriela Chumacero Rodríguez, representante del Colectivo Transgénero de Puebla, con el portal de noticias El Sol de Puebla, aseguró que la discriminación para una persona transgénero empieza en la casa, y aún después de muertos, sigue en los Semefos.

“Esto empieza desde casa, luego los propios padres, hermanos o familiares violan a las personas trasn al enterarse sobre su orientación; en la calle te agreden, en los trabajos es difícil que te acepten”, comentó.

Ley Agnes, la lucha a través de los años

La ley fue nombrada de esta manera en honor a la activista transgénero, Agnes Torres Hernández, quien fue asesinada el nueve de marzo de 2012, tras promover y luchar por el reconocimiento legal de la comunidad. Sin embargo, el caso de Agnes continúa abierto, a pesar de contar con el presunto homicida intelectual.

Tras su muerte, el Congreso local se vio obligado a modificar el Código Penal para incluir el crimen de odio por preferencias sexuales como homicidio calificado.

En 2013 organizaciones poblanas presentaron la “Reforma Agnes Torres” para que el Congreso del estado modificara cinco artículos del Código Civil para permitirle a las personas trans obtener un estatus legal acorde con su identidad sexogenérica.

Fue hasta 2015 cuando la diputada Socorro Quezada presentó la reforma al Código Civil “Agnes Torres”, sin embargo, al no encontrar eco con sus compañeros, se quedó en “la congeladora”.

Cuatro años después, el ahora diputado con licencia José Juan Espinosa Torres, pidió discutir el tema, sin embargo, la historia se volvió a repetir, y por segunda ocasión la propuesta fue ignorada

En 2020 la legisladora morenista Estefanía Rodríguez en compañía de universidades y organizaciones sociales, retomaron la elaboración de una iniciativa de identidad autopercibida para que las personas que cambien su apariencia cambien de nombre.

Una vez más, la iniciativa se mantuvo hasta enero en la congeladora y en diciembre, durante la toma del Congreso por activistas y feministas poblanas, abrieron la posibilidad de que se legislara este tema antes del 15 de febrero del 2021.

Fue hasta el 25 de febrero cuando la lucha por parte de colectivos rindió frutos y el Congreso de Puebla se convirtió en el estado número 14 en aprobar la Ley Agnes.

El derecho a existir

Antes del jueves (día que se aprobó Ley Agnes), no se podía cambiar sus papeles de manera oficial, enfrentándose a problemas para conseguir trabajo, tener acceso a servicios de salud, en pocas palabras trabas para ejercer sus derechos.

En palabras de Clémence Zamora, integrante de la comunicad trans, durante el conversatorio del Consejo Ciudadano de Derechos Humanos de Puebla, expuso las violaciones a los derechos humanos a las que se enfrentan por ser trans.

“El índice de desempleo para personas trans es mucho más alto que para otras poblaciones y aumenta aún más durante el proceso de transición”, comentó Clémence Zamora.

Por su parte, Jessica Marjane, integrante de la comunicad trans, comentó que “Acelerar para transformar, es una deuda histórica, por las generaciones que vienen y las que estamos aquí, es tener un piso mínimo de derechos, dignidad, congruencia y sobre todo de tener un estado que nos vea como sujetas de derecho y no objeto de violencia”.

Desde el poder viajar, hacer procedimientos burocráticos, tener acceso a la salud, educación, son algunas de las simplicidades de la vida que se vuelven actos de violencia para las personas trans, “todas las personas trans contarán una historia difícil en la cual tuvieron que batallar para hacerse reconocer con el documento que no les correspondía”, dijo Zamora.

A lo que se enfrentan las personas trans que no pueden cambiar su identidad, es a no existir jurídicamente.

Esto es Ley Agnes

Los cambios al Código Civil consisten en la creación del artículo 875 Bis, que señala: “cualquier persona puede pedir el levantamiento de una nueva acta de nacimiento para el reconocimiento de su identidad de género”.

Se entenderá por identidad de género auto percibida, la condición personal e interna, tal y como cada sujeto se percibe así mismo, que puede corresponder o no al sexo asignado en el registro primario.

Dicho reconocimiento se solicitará y llevará a cabo ante la Dirección del Registro Civil del Estado o ante la autoridad del registro civil del municipio o localidad en donde se haya declarado el nacimiento de la o el solicitante, según su interés y conveniencia, previo cumplimiento de las formalidades establecidas en el presente ordenamiento y la reglamentación correspondiente, para lo cual no será requisito acreditar intervención quirúrgica alguna, u otro diagnóstico o procedimiento de modificación corporal o de apariencia física, incluyendo la vestimenta, modo de hablar, modales, ni ninguna otra condición que dañe la dignidad humana.

Es decir, ahora cualquier persona que quiera cambiar de género e identidad en su acta de nacimiento, no debe requerir de algún método de comprobación que acredite que se hizo alguna operación, tampoco tendrá que presentarse ante el Registro Civil con ropa del género al que quiera cambiarse.

Con esta ley se dará certeza jurídica a las personas que decidan hacer el cambio de género y se garantizarían sus derechos civiles.

Puebla se suma a Ciudad de México, Coahuila, Colima, Chihuahua, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora y Tlaxcala, entidades que han aprobado la Ley de Identidad de Género.