Compartir es amor

La columna de Érika Rivero Almazán

Marko Cortés no se fue por las ramas:

“Amigos, el adversario está afuera, no está en la casa del PAN, los que estamos aquí podemos tener diferencias, pero al final hay una doctrina que nos une y es nuestra responsabilidad cuidar al país, y en este caso, a Puebla”…

El presidente nacional del PAN no vino a levantar la mano de nadie.

Tampoco a defender a nadie.

A su juicio, el escenario es claro:

  1. Augusta Díaz de Rivera es la nueva presidenta del PAN Estatal.
  2. El proyecto electoral más maduro del 24 para la gubernatura se llama Eduardo Rivera Pérez.
  3. El PAN no es de un solo grupo, y tras aclarar de que ‘el adversario está afuera’ hace un llamado de unidad: y es urgente.
  4. ¿Y eso qué quiere decir? Pues que el ala tradicional del PAN deberá abrir los espacios de participación, dado que los morenovallistas, genovistas o como gusten llamar, están fuera de la pizarra de anotaciones; y por ende, el ambiente panista se corta con un cuchillo: imposible ocultar el sol con un dedo: hace falta una operación cicatriz, y pronto.
  5. Si el ambiente metropolitano está frío, se espera una helada al interior del estado: el trabajo de escuchar, y compartir las rebanadas del pastel no será nada fácil.
  6. Porque la voracidad continúa en ambas partes: y ninguna quiere ceder: una porque ganó, y la otra porque perdió. El conflicto es que el margen entre ambas posiciones no es tan amplio como aplastar al competidor.
  7. El problema en Acción Nacional es complejisímo, por dos situaciones: no hay un Rafael Moreno Valle que de un manotazo en la mesa; pero sobre todo, porque el PAN no es el PRI: no basta con que venga su líder nacional a poner orden, e inmediatamente, la militancia se ‘alinie”: eso no existe en el bando azul… por eso el bando rojo está sumamente nervioso.
  8. Y es que Marko Cortés, partidario de la necesidad de la alianza electoral para enfrentar con posibilidades de competencia el 2024, observa con preocupación a Puebla, dado que Alito ya le expuso que en este estado no prevalece una congruencia ni en la acción ni el discurso sobre ir juntos: el punto en concreto es que el PAN Puebla se quiere llevar la gubernatura, la alcaldía de Puebla y el primer lugar en la fórmula del senado, como mínimo, para participar en una alianza con el PRI y el PRD.
  9. Es decir, el pastel electoral de la alianza para el 24 (que aún ni existe) también se debe tomar en cuenta no sólo a todos los grupos del PAN, sino a los aliados priístas y perredistas.
  10. No es un secreto para nadie. El propio presidente del PRI Estatal, Néstor Camarillo, ya lo hizo público en su más reciente declaración: “Si el PAN pone candidato a la gubernatura, el PRI deberá llevarse la candidatura a la alcaldía de Puebla, o viceversa: vamos a participar en una alianza activa, dinámica e igualitaria… nada de andar menospreciándonos, descalificándonos… no queremos agravios, porque entonces, sí vamos a saltar” (Los Conjurados. Febrero 22.22).
  11. De ahí la intrincación del PAN: no sólo quiere la gubernatura, sino retener sus canonjías en la capital y la zona conurbada.
  12. Marko Cortés, si bien reconoció la ventaja del grupo del alcalde Eduardo Rivera y de Augusta Díaz de Rivera, también coló en sus declaraciones parte de sus filias: “Genoveva Huerta fue generosa al apoyar a Eduardo Rivera, por ser el mejor posicionado; esta conducta debe permanecer en el espíritu del panismo poblano”….
  13. Aquí tampoco hay ningún secreto: Marko Cortés mantiene un significativo distanciamiento con el Yunque: las familias custodias le pusieron el pie para su llegada a la dirigencia nacional; de ahí que Marko, desde su llegada a la dirigencia nacional, haya confeccionado un elaborado entramado nacional de apoyos con los liderazgos regionales: ése ha sido su secreto para mantenerse en la presidencia. Es por eso que, hasta la fecha, mantiene lealtad en sus lazos, y por ende, la cercanía con la diputada Genoveva Huerta es real. Los genovistas, incluso, no la descartan para verla en la boleta del 24.
  14. Pero, la pregunta es obvia: ¿el PAN tradicional aldeano le dará oportunidad? La respuesta es abierta y ambigua, tanto como las aspiraciones del PRI poblano.
  15. La visita del presidente nacional del PAN es un primer paso, de un largo camino sinuoso, tortuoso, en el que todo puede ocurrir.