La columna de Fernando Manzanilla
Hace exactamente dos meses que oficialmente se conformó el Instituto Mexicano para la Transformación de la Vida Pública y puedo decir que, a pesar del corto tiempo de su existencia, el empuje que ha tenido esta asociación ciudadana ha superado todas las expectativas planteadas.
Lo anterior no sólo lo afirmo como Coordinador General del Consejo Consultivo del mismo, cuyo nombramiento tuve el honor de recibir en la Asamblea de conformación realizada el pasado domingo 12 de febrero, si no lo hago además con una visión de un ciudadano que ha tenido el privilegio de observar de cerca el camino que ha transitado este Instituto, desde su propia concepción.
Si bien fue apenas en agosto del año pasado que el diputado federal Ignacio Mier anunció que comenzaría recorridos en el estado con el fin de escuchar las inquietudes de las y los poblanos, el proyecto se gestó desde la propia visión personal que ha tenido de entender la política el además presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados.
Siempre lo he escuchado decir que no es desde un escritorio donde se van a atender las necesidades y problemáticas de la gente, si no es precisamente caminando con ellos, de la mano y, desde luego, estando organizados e informados.
Es por ello que ambos coincidimos también con el proyecto del Presidente Andrés Manuel López Obrador y con la encomienda de consolidar un proyecto que siga impulsando la transformación de Puebla y México.
Es así que desde el año pasado se inició un esfuerzo organizativo sin precedentes para llevar a cabo un proceso con la mayor apertura para que todas las voces fueran escuchadas.
Fue de esta manera que se constituyó este Instituto con la participación de cerca de 10 mil poblanos, quienes de manera abierta y democrática decidieron que Nacho Mier presidiera el Consejo Consultivo de dicha asociación.
A partir de ese momento, a través del Instituto se ha trabajado incansablemente visitando todas las regiones del estado y hoy en día se encuentran en proceso las asambleas que alcanzarán las 7 mil 860 para agosto.
He visto también el esfuerzo enorme que han realizado por su parte las y los promotores del Instituto para lograr alcanzar las metas trazadas, gracias a lo cual en los próximos meses tendremos como resultado un documento de consensos en el que quedarán plasmadas las necesidades, ideas y anhelos de las mujeres y hombres de Puebla.
Es así que se logrará hacer un mapeo, por orden de importancia de las necesidades que más aquejan a las comunidades, para armar un gran proyecto.
Un proyecto que nazca de la propia gente, de las y los poblanos a los que se le ha ido a escuchar a sus propias comunidades y con quienes se ha hecho un gran pacto de unidad para la transformación de Puebla. Precisamente ya van más de 70 municipios recorridos y 9 juntas auxiliares de la capital poblana.
Es por ello que veo que hoy el coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, además de ser un factor fundamental para la aprobación de la agenda reformista del presidente López Obrador, también ha asumido el rol como uno de los actores políticos más importantes de Puebla.
De manera clara, y a diferencia de otros personajes, ha construido mecanismos para lograr la armonía, la reconciliación y una verdadera transformación en el estado.
Él lo ha dicho de manera pública, que estos comités de poblanas y poblanos organizados, permitirán construir un modelo más humanista, enfocado a transformar la realidad de nuestro Estado.
Es claro que se está realizando un esfuerzo de proporciones inmensas, pero también el que este proyecto está avanzando a pasos agigantados, por lo que estoy convencido de que la verdadera transformación del estado está por llegar de la mano de la mayoría de los poblanos y poblanas.