Compartir es amor

La panista expresó su preocupación por la procedencia de la información utilizada para la impugnación, pues consideró que fue filtrada desde el Comité Directivo Estatal.

Redacción Los Conjurados

En una entrevista con Érika Rivero Almazán para el programa Los Conjurados, Mónica Rodríguez Della Vecchia, integrante de la planilla de Mario Riestra en la contienda por la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional (PAN) en Puebla, denunció irregularidades en el proceso, acusando falta de equidad y transparencia en la disputa.

Rodríguez señaló que el proceso de votación, reservado exclusivamente a consejeros, ya genera desconfianza debido a la reciente impugnación de Felipe Velázquez, quien busca descalificar a 11 consejeros, entre ellos a Rodríguez, su esposo Pablo Rodríguez, y al exdirigente estatal Rafael Micalco, conocido como “El Tigre”. “Es curioso que ninguno de los señalados pertenezca al grupo político de Eduardo Rivera. Eso evidencia una maniobra clara para favorecer una planilla,” comentó.

La panista expresó su preocupación por la procedencia de la información utilizada para la impugnación, pues consideró que fue filtrada desde el Comité Directivo Estatal. “El comité, encabezado por Augusta Díaz de Rivera, tiene la obligación de garantizar piso parejo, pero este tipo de acciones evidencian favoritismos,” afirmó.

Rodríguez recordó que hace tres años, cuando Felipe Velázquez y Augusta Díaz compitieron contra Genoveva Huerta por la dirigencia, habrían condenado cualquier intento similar de exclusión. “Si eso les hubiera ocurrido a ellos, se habrían victimizado. Ahora, las reglas del juego parecen ser diferentes,” dijo.

Sobre el padrón oficial de consejeros, Rodríguez lo comparó con los procesos del INE en elecciones constitucionales, donde los listados deben ser definitivos antes de cualquier impugnación. “Es un proceso cerrado y regulado. Si no estás en el padrón, no puedes votar, pero las reglas deben aplicarse con imparcialidad para todos,” subrayó.

La elección interna del PAN en Puebla se ha convertido en un campo de tensiones políticas que, según Rodríguez, pone en riesgo la unidad del partido en un momento crucial para su fortaleza como oposición.