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La columna de Rocío García Olmedo

Nos encontramos en la recta final de la campaña #16díasdeActivismo, la cual busca visibilizar y promover la prevención y eliminación de las violencias contra las mujeres a nivel internacional.

La campaña termina este 10 de diciembre y arrancó el pasado 25 de noviembre, justo en el Día Internacional de la Lucha contra la Violencia contra las Mujeres, y se lleva a cabo desde 1991 a iniciativa de varias activistas del Women’s Global Leadership Institute.

Sin embargo, en países como México, resulta muy lenta la implementación, consolidación y resultados estadísticos de políticas públicas encaminadas a erradicar la violencia contra la mujer.

Incluso, existe un crecimiento preocupante de delitos que atentan contra las mujeres. Para muestra, el pasado informe presidencial por la mitad de mandato de Andrés Manuel López Obrador, donde la palabra “mujer” o “mujeres” solo se mencionó en tres ocasiones, en un mensaje que duró cerca de 80 minutos.

En consecuencia, nos sorprende que no abordó aquellas problemáticas que siguen siendo una realidad en el país.

De acuerdo con cifras del propio gobierno federal, en México, de 2018 a la fecha los feminicidios han incrementado en un 30%, los homicidios dolosos contra las mujeres en un 13%; las extorsiones un 45%, las violaciones sexuales en 25%, la violencia intrafamiliar antes, durante y ahora en un32%. Si hablamos de la violencia de género en términos generales, el aumento ha llegado al 75%. Y eso que el presidente López Obrador se ha dicho el mandatario más feminista de la historia. Imagínense si no lo fuera.

Por eso, cada vez son más activistas, asociaciones, dependencias y hasta gobiernos que se suman a la campaña de los #16díasdeActivismo, la cual permite evidenciar como a pesar de los avances en materia de igualdad de género, desde la sociedad civil, las mujeres seguimos en un constante estado de vulnerabilidad por parte del Estado.

Cualquiera que sea el ámbito o tema de que hablamos, desafortunadamente las mujeres siguen enfrentando condiciones de desigualdad.

La semana que terminó, hubo dos conmemoraciones que evidencian la inequidad.

En el Día Mundial del SIDA, los testimonios de mujeres que fueron contagiadas por su pareja o bien de manera forzada, sufren el rechazo y la discriminación, en cambio no ocurre así con el hombre que las infectó y que siguió contagiando a demás mujeres.

En el Día Internacional de las personas con Discapacidad (3 de diciembre), se supo que las mujeres son revictimizadas por la falta de políticas públicas inclusivas.

Y solo basta observar en el día a día como la violencia contra mujer no está incluida en la agenda de las autoridades en todos sus órdenes y niveles.