Compartir es amor

La columna de Erika Rivero Almazán

Por favor, sin videos, ni grabaciones… es una conversación entre amigos. Dijo Sergio Salomón Céspedes cuando se subió a la combi.

Lo rodeábamos un puñado de directores de medios. Antes de que la combi arrancara para dar una gira por las nuevas instalaciones del Instituto Politécnico Nacional y del Congreso del Estado, su asistente pasó una gran bolsa verde: se trataba de uno de los antojos preferidos del gobernador: papas fritas con salsa brava y limón que venden afuera del Congreso y que le encantan.

Él, generoso, dijo: “no, pero pásame más bolsas para que alcance para todos”. Estaban picosísimas, pero la enchilada valió la pena: exiquisitas.

Ahí, con los dedos rojos de la salsa y con una picante hiperventilación por parte de nosotros, el gobernador empezó la conversación, que a los pocos minutos se convirtió en un serial de confesiones.

Con una gorra blanca, mangas de camisa y una barba de tres días, Sergio Salomón comentó con voz clara:

  • 1) He llegado a donde he llegado porque me he preparé, pero jamás hago planes; cuando planeas las cosas no te salen.
  • 2) Siempre en mi camino, jamás he apuñalado a nadie por la espalda.
  • 3) Ser gobernador te da un gran poder, pero me queda claro que debes contenerte, pensar y tomar decisiones prácticas, con consciencia, sin hacer daño. Me considera un hombre que ante todo es pragmático y que pone en primer lugar su paz y la de los suyos.
  • 4) Al convertirme en gobernador sabía que debía tomar decisiones, y de forma rápidas y precisa. No tenía tiempo para equivocarme, así que elegí en mi gabinete a gente muy preparada y con experiencia: repito: no había tiempo para la curva de aprendizaje.
  • 5) La educación fue el centro de este gobierno, por eso pusimos mayor énfasis en crear alianzas para todo este sector: mejorar la infraestructura de las escuelas, las aulas, Ciudad Universitaria 2, el Instituto Politécnico… por supuesto que siempre te quedas con ganas de más, pero sin soy honesto, estoy muy satisfecho: hice todo lo que pude en el tiempo que me tocó y con los recursos que tenía.
  • 6) Claro que sabía desde mucho antes que entraría al gabinete de la presidente Sheinbaum, pero le dije que yo no iba a decir nada, hasta que ella lo hiciera público. Me dio a elegir entre varias carteras, tuve varias opciones, pero yo elegí la de migración (titular del Instituto Nacional de Migración), porque hoy es todo un reto: no se trata del cargo, sino del encargo.
  • 7) La única condición que le pedí a la presidenta Sheinbaum fue que me esperara a diciembre, para terminar su cargo como gobernador. Este cargo es lo más importante, y terminarlo bien y con resultados es mi prioridad.
  • 8) Los proyectos que haremos en Migración, dependerán de la directriz que nos dé la presidenta, el resultado de las elecciones en Estados Unidos, el resultado del Tratado de Libre Comercio… faltan por definirse muchas cosas antes.
  • 9) Tengo las estadísticas en cuanto a la eficiencia en seguridad pública de cada municipio: y lo que veo es que muchos alcaldes no están dispuestos a tomar cartas en el asunto en todo lo que respecta a la seguridad y cómo contrarrestar la delincuencia. O tienen miedo o son omisos; y eso es muy peligroso, porque también se puede interpretar como complicidad. Si los municipios no entran de lleno a este compromiso y sólo nos pasan esa responsabilidad al estado o a la federación, no vamos a avanzar. Ellos deben de asumir esa responsabilidad, y muchos no lo están haciendo. Me ha tocado que cuando hablo con ellos, de plano me dicen: es que tengo miedo, porque yo, cuando termine, quiero regresar a vivir a mi casa, con mis vecinos, a seguir mi vida… Pero hubo alcaldes con quienes sí llegamos a acuerdos: ellos se involucraban para garantizar la seguridad de sus municipios y nosotros los apoyamos con infraestructura y obra pública.
  • 10) Supe ver y detectar a tiempo las necesidades del estado y también supe identificar el clima político para poder trabajar con todos. Eso fue un acierto y me ahora que veo atrás, me da mucha tranquilidad saber que hicimos lo correcto.
  • 11) ¿Qué si voy a regresar a Puebla? No lo sé, los retos los voy tomando conforme se me van presentado. No me gusta planear con tanta antelación, porque no tengo miedo de volver a empezar de cero. ¿Sabían que trabajé en un puesto de cemitas? Yo sé cómo se pone el aguacate, porque tiene su chiste (risas)… y una de las cosas que me gustaría poner en un futuro es un puesto de tacos.
  • 12) Sólo tengo claro una cosa: soy de las personas que salen y entran por la puerta de enfrente.