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La columna de Erika Rivero Almazán

¿Morena estará consciente de que el tiempo ya le está jugando en contra para hacer oficial la elección de candidato a la presidencia municipal de Puebla?

Al parecer, no.

Y eso es más que preocupante para los propios morenistas.

Ya van casi 3 semanas que la 4T vive un letargo para definir a su candidato a raíz del protagonismo de personajes de muy bajo nivel que lo único que buscan es buscar un hueso en la elección del 2024 y enturbiar, a como dé lugar, la llegada de Pepe Chedraui a la candidatura a la presidencia municipal de Puebla.

Porque si no es Pepe, ¿entonces quién?

Hasta el momento, de los inscritos en la lista de aspirantes de la 4T, todos han reconocido que el mejor posicionado en las encuestas es Chedraui.

Hasta Liz Vilchis, después de confirmar que no participaría en la encuesta para la alcaldía y que se permanecerá en el equipo del presidente, en la conducción de Quien es quién en las Mentiras, publicó este lunes en sus redes sociales que la propuesta de Pepe es la más viable para la ciudad de Puebla.

Sin embargo, la exalcaldesa que quiere volver a serlo, Claudia Rivera Vivanco, sigue tocando puertas en los medios de comunicación para que le den chance de que la entrevisten con el único objetivo de “pegarle” a dos personajes: a Pepe Chedraui, a Jorge Estefan Chidiac, y de paso, le corrige la plana a su propia dirigencia por admitir a tanto “priísta corrupto” y privilegiarlos sobre los “fundadores” de Morena, tratando de crear un escenario caótico y confuso: un chivo en chistalería.

Mientras, la verdadera militancia vinotinto sigue en espera del gran anuncio oficial.

Impaciente.

A la espera.

Tronándose los dedos.

Dudando.

Escenario que está sirviendo como caldo de cultivo para Acción Nacional y a su candidato Mario Riestra.

Y es que Riestra está activo, aprovechando cada minuto que le concede Morena.

De por sí, el panista viene haciendo campaña desde hace 2 meses, sin mencionar que de hecho, viene caminando la ciudad para promover su candidatura desde hace un año, con la venia de su partido.
Este viernes 2 de enero, Mario Riestra invitó a su palco del estadio Cuauhtémoc a todos los expresidentes de juntas auxiliares, sitios a los que más ha regresado, dado que ahí está el punto flaco de los azules.

Los exediles se mostraron felices, echando brindis y concretando acuerdos.

Riestra y el PAN siguen avanzando en la ciudad, y es clara su intención de rebasar por la derecha.
Mientras los morenistas siguen esperando la bendita señal, en un momento calve es que cada semana, cada día, cada minuto, cuenta.