Destaca la importancia de la red de apoyos familiares y comunitarios y la necesidad de eliminar estereotipos sexuales y promover una cultura de paz.
Reportaje: Gaceta UNAM
Leticia Cano Soriano, coordinadora del Consejo Académico del Área de las Ciencias Sociales de la UNAM, advierte que la violencia de género y los feminicidios, junto con la desigualdad y la pobreza, deben considerarse emergencias sociales que requieren atención inmediata.
Estas problemáticas han generado rupturas en el tejido social comunitario y en la convivencia sociofamiliar.
Cano Soriano enfatiza la necesidad de un enfoque centrado en la prevención de la violencia y la reconstrucción de la comunidad, que promueva resiliencia y esté basado en el diálogo entre el gobierno, la sociedad civil y la academia.
Alba Luz Robles Mendoza, profesora de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, subraya que la resiliencia no se limita a la capacidad de las personas para sobrellevar la violencia, sino que requiere apoyos institucionales para la reparación del daño.
Destaca la importancia de la red de apoyos familiares y comunitarios y la necesidad de eliminar estereotipos sexuales y promover una cultura de paz.
La comunidad debe ser una promotora de igualdad de género y respeto a la diferencia, construyendo espacios para la prevención de la violencia y el manejo de conflictos.
Es fundamental diseñar un sistema de monitoreo del comportamiento violento contra las mujeres y fortalecer los protocolos de prevención.