Compartir es amor

«La principal barrera es que se sientan ignorantes, y entonces primero que logren convencerlos que vengan a clases ya es el primer proceso difícil», explicó.

Redacción Los Conjurados

Siete días de trabajo comunitario se convirtieron en 20 años para Mirta Figueroa Fernández. Ella se incorporó como voluntaria en la primera campaña de alfabetización de la BUAP en Puebla, ahora es Directora del Centro Universitario de Participación Social. Para ella, el aprendizaje es como el amor: jamás es demasiado tarde: Mirta Isabel Figueroa Fernández.

Durante entrevista en Los Conjurados, programa conducido por la periodista Érika Rivero, dijo que tras estudiar psicología en dicha institución universitaria quiso aportar su granito de arena para que adultos mayores aprendieran a leer y escribir, ya que conocía el proyecto, y se sumó.

Al respecto, lamentó que a las personas en comunidades indígenas o rurales se les ha hecho creer que no sabe, que no puede y que es ignorante; se les hace pensar que no son capaces de decidir por sí mismos.

«La principal barrera es que se sientan ignorantes, y entonces primero que logren convencerlos que vengan a clases ya es el primer proceso difícil», explicó.

La maestra Figueroa Fernández dijo que se pide a los brigadistas y alfabetizados que acuden a realizar las entrevistas que sean insistentes, «casi casi con el pie en la puerta», pues muchas personas, algunas de hasta 90 años de edad, todavía pueden aprender.

«Siempre la gente te dice: ‘ya estoy grande, para qué’. Siempre les decimos: ‘nunca es tarde, como en el amor, en el aprendizaje nunca es tarde»

Recientemente, por su labor, el CUPS recibió el Premio Internacional de Alfabetización UNESCO-Confucio, edición 2020, el cual reconoce el trabajo desarrollado en 14 campañas de alfabetización de la BUAP en las que han participado 875 estudiantes, en 190 localidades de 30 municipios del estado de Puebla.

Mirta Figueroa se incorporó como voluntaria en la primera campaña de alfabetización.