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El tesorero municipal, Héctor Romay González, informó que el déficit financiero heredado por el Ayuntamiento se redujo de 547 millones a 380 millones de pesos, gracias a una gestión eficiente y una exitosa recaudación del impuesto predial.

Durante 2023, los ingresos por predial alcanzaron los 580 millones de pesos, superando en 60 millones la meta proyectada. Estos recursos permitieron al Ayuntamiento hacer frente a diversas obligaciones pese a enfrentar recortes en participaciones federales, que inicialmente se notificaron en 40 millones de pesos, pero se ajustaron a 29 millones.

Romay González destacó que para 2024, el municipio logró asegurar 203 millones de pesos en colaboración con el gobierno federal para la realización de obras públicas. Además, entre octubre y diciembre del año pasado, se destinaron entre 60 y 80 millones de pesos al bacheo de calles en la capital, mejorando la infraestructura vial.

En cuanto a la seguridad pública, se entregaron contratos multianuales para el arrendamiento de patrullas, cuya entrega está programada para el 20 de enero. Por otro lado, la nómina correspondiente al capítulo 1000 se redujo de 2,245 millones a 2,204 millones de pesos, representando un ahorro de 41 millones.

A pesar de los avances, el tesorero enfatizó que aún queda una deuda de 380 millones de pesos que debe ser cubierta. El Ayuntamiento sigue revisando pagos pendientes a proveedores como parte de los esfuerzos para eliminar el déficit financiero heredado y garantizar una administración más sólida.