Compartir es amor

La directora del Centro Poblano de Salud Mental Integral (Ceposami)Umi Choda Morales, destacó que el bienestar emocional de niñas, niños y adolescentes requiere un enfoque integral que combine atención médica profesional, supervisión familiar y participación comunitaria, elementos fundamentales para prevenir conductas de riesgo y promover una vida equilibrada.

En entrevista con Los Conjurados, la especialista explicó que el Ceposami trabaja bajo un modelo biopsicosocial, en el que un equipo multidisciplinario —conformado por psiquiatras, endocrinólogos, ginecólogos, nutriólogos y psicólogos clínicos— aborda los problemas de salud mental considerando los factores sociales, familiares y económicos que rodean a cada paciente.

No se puede hablar de salud mental sin entender el contexto en el que vive una persona”, enfatizó Choda Morales, al subrayar que cada caso debe atenderse desde su entorno emocional y social.

Asimismo, resaltó la importancia del deporte, la convivencia social y las actividades culturales como herramientas de prevención. Explicó que estas actividades fomentan la disciplina, el sentido de pertenencia y la producción natural de sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo. “El deporte ayuda a canalizar emociones, a mantener la mente enfocada y a alejar a los jóvenes de entornos violentos o del consumo de sustancias”, puntualizó.

Respecto al uso de dispositivos digitales, la directora del Ceposami advirtió sobre los riesgos del acceso sin control a internet, por lo que recomendó a madres y padres supervisar el contenido, establecer límites de tiempo y fomentar la educación en seguridad digital. “Un celular no es un derecho, es un privilegio. Los niños y adolescentes necesitan acompañamiento, no vigilancia pasiva”, expresó.

Finalmente, Choda Morales hizo un llamado a las familias poblanas a romper los estigmas en torno a la atención psicológica y psiquiátrica, recordando que acudir a terapia no es un signo de debilidad, sino una muestra de responsabilidad y amor propio. “La salud mental no se trata solo de atender crisis, sino de construir entornos sanos donde las emociones puedan expresarse y acompañarse con empatía”, concluyó.