La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que Petróleos Mexicanos (Pemex) es una empresa rentable y estratégica para el país, aunque enfrenta el desafío de una pesada deuda heredada de sexenios anteriores.
De acuerdo con la mandataria, la deuda de Pemex pasó de 46,100 millones de dólares en 2007 a 105,800 millones en 2018, un incremento del 129.5% durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. En ese mismo periodo, dijo, aumentó la importación de combustibles, cayó la producción y exploración petrolera, y se entregaron bloques territoriales a empresas extranjeras.
Sheinbaum destacó que en la actual administración se logró una reducción significativa de pasivos. Para 2024, la deuda se ubicó en 97,600 millones de dólares, con la meta de llegar a 88,800 millones en 2025 y 77,300 millones en 2030. Además, la Secretaría de Hacienda realizó una operación exitosa para cubrir vencimientos programados en 2025.
En materia de infraestructura, México pasó de seis a ocho refinerías, con la incorporación de Dos Bocas (Olmeca) y Deer Park, en Texas, lo que ha permitido que la mayor parte de la gasolina y diésel se produzca ya en territorio nacional. También se han registrado avances en la producción de fertilizantes y en la petroquímica.
La presidenta subrayó que, hacia el futuro, Pemex debe incorporar energías renovables como parte de la transición energética, al tiempo que reafirmó que “Pemex es una fortaleza de los mexicanos”.





