Compartir es amor

Carlos Gurrola Arguijo, conocido cariñosamente como “Papayita”, perdió la vida el pasado 18 de septiembre en la Clínica 71 del IMSS, luego de pasar 19 días hospitalizado tras haber ingerido por accidente desengrasante industrial colocado en su botella de electrolitos durante su jornada laboral en un supermercado H-E-B.

El hecho ocurrió el 30 de agosto de 2025, cuando compañeros de trabajo le introdujeron el químico como parte de lo que describieron como una “broma”. La ingesta le provocó quemaduras severas en esófago, estómago, garganta y vías respiratorias, lesiones que derivaron finalmente en un paro cardíaco.

Familiares y testigos denunciaron que Gurrola, de 47 años, era víctima constante de acoso en su centro de trabajo: desde esconderle su comida y dañar su bicicleta, hasta amenazas relacionadas con su permanencia laboral. Estos antecedentes generaron indignación social y protestas en el propio centro comercial, donde clientes y vecinos exigieron un alto a la violencia en los entornos laborales.

La Fiscalía General del Estado de Coahuila abrió una carpeta de investigación. Si bien en un primer momento descartó la existencia de un delito intencional tras analizar videos y testimonios, el caso fue turnado al área de homicidios y actualmente cuenta con seguimiento federal por instrucción del gabinete de seguridad impulsado por la presidenta Claudia Sheinbaum.

Mientras tanto, la familia de “Papayita” y la comunidad local han lanzado una petición en la plataforma Change.org que ya acumula miles de firmas, exigiendo justicia e indemnización. Su velorio reunió a decenas de personas que lo recordaron como un hombre noble y alegre, solidario con sus vecinos.

Por su parte, la cadena H-E-B aseguró estar colaborando con las autoridades en las investigaciones. Sin embargo, la empresa enfrenta llamados a boicot en redes sociales, donde usuarios responsabilizan a la compañía de no haber frenado el acoso laboral que terminó en tragedia.

El caso se ha convertido en un símbolo contra el bullying laboral en México, con demandas de sanciones ejemplares y protocolos más estrictos de protección para trabajadores en supermercados y grandes cadenas comerciales.