La columna de Erika Rivero Almazán
Con eso de que los grupos políticos no se crean ni se destruyen sólo se transforman, valdría la pena preguntarnos ya a estas alturas del partido a dónde irán a parar los morenovallistas.
Porque queda claro que no hay espacios para ellos en el PAN, en el que ganó el grupo conservador, yunque, o mejor identificado ya como el grupo que encabeza el alcalde Eduardo Rivera Pérez.
Tras la hecatombe en Acción Nacional local, la lucha entre los grupos preexistentes fue el exterminio.
Los términos del diálogo, el acuerdo y la negociación quedaron en el discurso, pero hoy queda claro que eso nunca podrá ser.
Tras las acusaciones y ofensas abiertas por parte de los morenovallistas y yunquistas, y el choque de trenes tras la pasada elección interna por la lucha por la dirigencia (la cual hasta el día de hoy no fue reconocida por el grupo de Genoveva Huerta y es aún impugnada ante los tribunales electorales federales) el grupo conservador se llevó todas las canicas.
Y no quiso dejar ninguna para que jugara el otro equipo.
Coqueteos hubo, esperanzas para unos y otros de llegar a un acuerdo sabio, también: Augusta Díaz de Rivera dijo que iba a buscar a Genoveva Huerta para invitarla a su equipo; Marcos Castro incluso consideró a la expresidenta del PAN como posible candidata a la alcaldía para el 2024 (Los Conjurados Enero 12.21).
Eduardo Alcántara, coordinador de la bancada de diputados panistas, en un evento público al lado de Eduardo Rivera comentó que pertenecían “a la misma granja, aunque a diferente corral”, en el entendido de que esta dispuesto a trabajar juntos y sacar adelante en el Congreso las propuestas del edil poblano, como sucedió en la pugna por el DAP.
Pero este sábado se disiparon las dudas:
En la sesión del Consejo Estatal, Eduardo Rivera tomó el control de la Comisión Permanente, una parte vital para la organización del partido. Y aunque les dieron la representación ante el IEE con Oscar Pérez, prácticamente dejaron a fuera al grupo de Genoveva Huerta.
Otra señal: tal como lo mencionó el periodista Rodolfo Ruiz en su columna, se considera como un hecho que Augusta Díaz de Rivera cambiará a la alcaldesa de San Pedro Cholula, Paola Angón, como coordinadora de los presidentes municipales panista del estado.
Angón había recibido este nombramiento del presidente interino de Acción Nacional, Jesús Giles.
Todos ellos pertenecientes al grupo de Genoveva Huerta, por supuesto.
Hoy con esta nueva remoción, se pone otra raya más al Tigre de la división.
Se presume que quien va a llegar a la coordinación es Zeth Lima Barrientos, presidente municipal de Zongozotla, uno de los más pequeños del estado y de los que gobierna el PAN.
Pero Zeth Lima es gente de Eduardo Rivera y Augusta Díaz de Rivera.
Los días por venir, seguirán una misma tónica: Eduardo y Tití seguirán colocando a su gente en todos los rincones del Comité Estatal.
Y es muy posible que el Tribunal Electoral no le tenga buenas noticias a Genoveva.
Por tanto, los morenovallistas seguirán siendo arrinconados.
Ya lo mencionó la propia Huerta en un comunicado que publicó este lunes: “a falta de inclusión de todos los liderazgos en la entidad y si no se reivindican estas acciones, se pone en riesgo la unidad con miras al 2024”.
La advertencia es directa: el PAN no camina unido para el proceso electoral del 24.
Los morenovallistas ya no van en ese barco.
Y no es un grupo pequeño.
Al contrario: aún es poderoso.
Tras el naufragio, ¿en qué barco viajarán los morenovallistas?
Recordemos, los grupos políticos no se crean ni se destruyen…
Sólo se transforman.