La columna de Erika Rivero Almazán
La mano sexagenaria, pero que aún contiene toda la fuerza de la izquierda porril de la Puebla en los 70’s, se estrelló en el medio cachete del diputado morenista que ahora es famoso por recibir tal agravio: Fernando Sánchez Sasia, que, parpadeante e incrédulo, no dudó en levantarse de su asiento en la tribuna: ya le quedaba claro que no era bien recibido.
Salió por su propio paso.
Titubeante pero veloz.
Escapó.
A sus espaldas el rumor: ¡Fueeera traidor!
Gritaban los morenistas, esas ‘bases’ inquietas que sienten deleite por el escándalo y los guamazos.
Que no son todos, pero sí los suficientes para aguar la fiesta democrática del partido vino tinto.
Esas ‘bases’ que se presumen conciencia del pueblo, y que son voz, son venganza: ahora no son los traidores panistas que votaron contra la Reforma Energética, merecedores de ventilar sus rostros en papel, exhibidos, en el zócalo poblano; por eso: por traidores a su patria.
No.
Ahora son sus mismos camaradas en el Congreso local que votaron por el aumento a las tarifas de agua.
¡Fuera, traidores!, le reventaron el tímpano al diputado Edgar Garmendia, que prácticamente también salió huyendo.
¡Se merecía otra cachetada, pero se nos escapó!.. se le oyó ufano al autor de la primera.
Ese sábado 16 de julio no se va a olvidar; ni ése hotel, ni esa convocatoria de Claudia Sheinbaum para promover en Puebla sus aspiraciones a la presidencia.
De eso se aseguraron ‘Los Méndez’.
El alboroto llevó su sello.
Con olor a rancio para un David Méndez Márquez, exsecretario de Gobernación y de una generación con otras experiencias de vuelo político. Tal vez por eso no respondió su celular ante tanta llamada de periodistas.
Silencio.
Mutis.
¿Cómo defender lo indefendible?
Aunque sea a su propio padre.
Porque la cachetada y otros aspavientos sí forman parte del rompecabezas del carácter de Jorge Méndez Spíndola.
Cómo no.
Si su segundo apellido es ‘porro’: eran sus tiempos, sus formas y lo esencial de sus años.
La izquierda era así.
Habría que explicárselo al diputado Toño López, que mejor no se atrevió a introducirse al evento.
A diferencia del legislador Iván Herrera, quien seguramente sabiéndose ‘inocente’, porque el sí votó contra la propuesta del incremento al agua. Y no se equivocó: lo recibieron con vítores, aplausos y porras.
Al igual que cuando ingresó la exalcaldesa Claudia Rivera. Ella se llevó la fiesta, al grado de que sus adversarios dentro de Morena aseguran que ella fue la que organizó el evento y hasta pudo orquestar la trifulca.
¿Será?
Los claudistas aseguran que no: ¿a quién le puede convenir que en un evento de Sheinbaum se agarren a cachetadas y se arme alborotos como en los peores momentos de las tribus del PRD?
Incluso, comentaron que el evento fue organizado por Estela Damián, director del DIF de la Ciudad de México y parte del equipo de precampaña (¿o cómo lo llamamos?) de Claudia Sheinbaum , y que fue Estela quien se acercó a distintos liderazgos, incluyendo el aún líder del Morena en Puebla, Aristóteles Belmont, para pedirles una lista de participantes.
Así que, en teoría, todo mundo metió la mano es la lista de invitados.
Otro dato: que la cachetada (bueno, cachetadita, porque tampoco fue para tanto) era de esperarse: la gente, y sobre todo los morenistas de base, están enojados por el incremento del agua. El propio Aristóteles, en lo que serán sus últimas declaraciones como líder en Puebla, explicó que los diputados de Moreno nunca debieron de haber apoyado una iniciativa ‘en contra del pueblo’.
La corriente que apoya al gobernador, sin embargo, sí le carga ‘el muertito’ a Rivera Vivanco.
Mientras que éstos, aseguran que fueron ‘Los Méndez’ quienes sacaron raja de esto para mostrar músculo político y pedir en México, como parte del grupo de los Bejarano, que su hijo David Méndez, sea el candidato de Morena a la alcaldía de Puebla.
Lo que sí queda claro es que el horno de Morena no está para bollos.
¿Se imagina cómo van a estar las elecciones internar para consejeros distritales en dos semanas?
¿Y la elección a la dirigencia del Comité Ejecutivo Estatal?
Podría haber un ring de Lucha Libre.
¿A quién le conviene eso?
A Morena no.
Al PAN, sí.