Los Conjurados
La columna de Érika Rivero Almazán
Además de avivar el fuego amigo en la 4T, el reciente autodestape de Claudia Rivera Vivanco para contender por la gubernatura de Puebla contiene varios mensajes ocultos y otros totalmente evidentes:
- Es real que en Puebla puede ‘caer’ mujer el género para la candidatura a la gubernatura de Puebla, y de los 9 estados en los que se disputará este cargo, 5 deben ser encabezados por una mujer. De ahí que Puebla queda en duda cuál será el género por el que se compita.
- Por eso tanto Morena como sus partidos aliados (PT y Verde Ecologista) se han convertido en verdaderas hogueras de competencia, rivalidad y hasta de traición y deslealtad: es el juego de las sillas en donde se disputan el lugar sin importar los empujones y codazos con tal de que el otro se caiga, resbale o simplemente se canse: total, es también un juego de resistencia.
- Y dado que las encuestas, en este momento, posicionan casi en 2 a 1 a Morena y aliados sobre la posible alianza (que no termina de cuajar) del PAN-PRI-PRD, está surgiendo una propuesta para que todas las fuerzas subsistan: si Morena se lleva la candidatura por el gobierno del estado, entonces que el PT o Verde representen sus fuerzas en los municipios del interior, y la Angelópolis es la cereza del pastel: el PT lo quiere para uno de los suyos.
Algo muy parecido a lo que está sucediendo con el PRI, que quiere la capital para uno de sus militantes para la capital, en caso de que el PAN compita con su candidato (al momento, no parece ser otro que no sea Eduardo Rivera, a menos que también ‘caiga’ mujer). - Regresando al autodestape de Claudia Rivera ocurrido el pasado sábado, también queda claro que AMLO y el CEN de Morena no tienen nada escrito sobre piedra: no existe el “elegido”. No aún. Lo que rompe el estribillo fijo de que Ignacio Mier es el gran favorito y de que ‘la cargada’ es la señal.
- Con esto también se rompe el esquema cuadrado de que los ‘nachistas’ sólo estaban trabajando para subir el conocimiento de su candidato, como mero formalismo para ganar la encuesta interna. Eso aún nadie lo sabe.
- Y el que Claudia Rivera haya levantado la mano refuerza este análisis: algo sabrá la exalcaldesa para tener el valor para candidatearse por la gubernatura, después de que hasta donde sabemos, viene de una derrota electoral de casi 20 puntos en su fallido intento de reelección y sigue arrastrando la sentencia del INE al ser inscrita en el Registro Nacional de Personas Sancionadas en Materia de Violencia Política contra las mujeres en Razón de Género. No es mentira los enormes negativos que acarrea, como tampoco lo es que en renglón de conocimiento, es la mujer en su partido con más alto puntaje.
Y en MORENA, eso es lo que vale: El conocimiento, pues la confianza, la tendencia a ser votado y otros valores quedan relegados a segundo término. - En pocas palabras, Claudia Rivera está subiendo en las encuestas, y está muy por arriba de la titular del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de María Luisa Albores González, la secretaria de Economía Olivia Salomón Vibaldo, la secretaria del Bienestar Lizeth Sánchez Galicia y ni se diga de Ana Laura Altamirano, secretaria de Desarrollo Rural.
- Incluso, está arriba en las encuestas de Ignacio Mier y del secretario de Gobernación Julio Huerta. Es superada, y por mucho, del senador Alejandro Armenta.
- ¿Cómo Claudia Rivera llegó a ocupar esta posición de ventaja?, porque el nivel de conocimiento es muy alto, ya que recientemente fue alcaldesa de Puebla (aunque no con las mejores opiniones a favor), y otra, que las bardas y espectaculares ‘Es Claudia’ en referencia de Claudia Sheinbaum, ayudó muchísimo a la ‘marca’ de Rivera.
- El tablero electoral del 2024 se sigue moviendo. No hay nada para nadie, pero sí una competencia intestina brutal en la 4T: sólo sobrevivirán los más fuertes y los más adaptables a las circunstancias.
- Y en medio de esta vorágine del partido del vino tinto, ¿en dónde está el PAN y sus aliados?
- Ante esta pregunta necesaria e inevitable, se están moviendo varias corrientes de la 4T, quienes ven una esperanza en recuperar la zona conurbada de Puebla recientemente perdida, y en donde la ciudad de Puebla se convierte en la joya de la corona.
