Compartir es amor

La columna de Érika Rivero Almazán

En una mesa redonda, con el gobernador Salomón Céspedes y con la advertencia de “pregunten como si fueran a tirar a matar”. 

Primera Parte.

-En un estado sin contrapesos políticos, ¿no le preocupa cómo le irá a Puebla sin ellos? La 4T, después del proceso electoral, se quedó sin críticos, sin adversarios, pero con todo el poder…

-Se oirá feo lo que voy a decir, pero lo voy a decir… yo no necesité de contrapesos, ¿o has visto que los necesite?… (mis colegas y yo nos vimos entre nosotros y movimos la cabeza en negativo)…

“Así lo marcan los nuevos tiempos, es la nueva forma de hacerlo: política, política, política hasta crear las condiciones de entendimiento… hay que hacer una análisis interesante con esta pregunta… yo salgo del Congreso y un grupo parlamentario se acercó y me dijeron, nosotros queremos apoyarte, pero te queremos pedir dos cosas: trato digno y cero persecución… yo acepté: si, trato digno como el que tenemos acá en el Congreso, y cero persecución si, pero que no sea igual a impunidad, porque si es así, yo no le entro. 

Y así es hasta la fecha. 

Esto me ha permitido generar política, platicar con todos sobre todos los temas…

“Yo creo que el gran reto para Morena, para la doctora Claudia Sheinbaum Pardo y para Alejandro Armenta tiene que ser el agotar la política, y no la partidista, sino la de análisis, entender porque sí y porque no… si no tienes contrapesos, debes generar equilibrios porque no hay quién te marque los límites; pero ya somos adultos y nosotros nos ponemos nuestros propios límites… si el bar cierra a las 2.30 am, ¿para qué me quiero salir a las 3 am? (risas).

Hay muchas etapas en la vida de un gobernador, y a mí me gustaría ser recordado como a un tipo al quien el poder no lo cambió.

-Recibió un estado con demasiados enconos, el estilo de gobierno de Luis Miguel Barbosa llevó a Puebla a vivir eso, pero desde que llegó a la gubernatura, todo se empezó a despresurizar muy rápido, y le dio equilibrio y moderación al estado, y todo pareció como si gobernar fuera muy fácil ¿Qué hizo que pareció tan fácil?

Tenía muy claro lo que debía hacer: aplicar la ley. Hay que entenderla y aplicar sus normas y reglas. Nada más. Es el respeto al recurso, a las obras públicas, y hacerlas como deben de ser, bajo los parámetros que deben de hacer. 

Y en cuanto a la gobernabilidad, debemos entender que no tenemos verdades absolutas, y que la aplicación de la ley, los amigos no juegan dentro del gobierno, porque si no, empiezas a romper las reglas, y debes mostrarte siempre transparente y con piso parejo para todos. Lo que debes generar cuando estás en esta posición es diálogo, mucho respeto, mucho cabildeo y buscar el piso parejo, en donde no saques ventaja.

Por ejemplo, con los empresarios, apenas me reuní con ellos, y sin mayor problema pudimos transitar muy bien… con la verdad por delante, les dije: si el estado no saca ventaja de ustedes, entonces ¿por qué ustedes tendrían que sacar ventaja del estado? Mejor hagamos un tema de equilibrio en donde ustedes se sientan bien, y denle a ganar al estado, que es suyo… un ejemplo de que hemos llegado a acuerdos fue el tema del terreno del Consejo Coordinar Empresarial, años y años sin poder arreglarlo, pero nosotros sacamos el tema en 3 reuniones sin estridencias, sin corrupción ni ruido y todos muy satisfechos.

Te lo puedo resumir así: piso parejo, aplicación de la ley, sin sacar ventaja nadie y prudencia por parte del gobernante… la tentación del poder es muy alta, y no me refiero al tema del poder económico, sino al ejercicio de la fuerza que tienes, y mira que le pido a Dios nunca utilizarla. Me limito mucho en este tema y clarito con los pies en la tierra… y sé que el 15 de diciembre dejaré la cachucha de gobernador, y volveré a ponerme la de cualquier otro ciudadano. Eso lo tengo muy claro.

-Gobernador, es difícil creerle que se va a su casa, ¿en serio no se va al gabinete de Claudia Sheinbaum a algo así?

PRIMERA DE DOS PARTES.