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La columna de Humberto Aguilar Coronado*

Durante un lustro, la secretaría de gobernación ha sido relegada a la más penosa irrelevancia.

El actual gobierno renunció a fomentar el desarrollo político; dejaron de contribuir al fortalecimiento de las instituciones; dejaron de promover la participación ciudadana y no facilitaron los consensos en la busqueda de acuerdos políticos.

Renunciaron a mantener condiciones de unidad nacional, cohesión social, fortalecimiento de instituciones y a promover la gobernabilidad democrática.

Prevaleció el desprecio y el pisoteo del orden jurídico nacional.

Despreciaron la negociación política y la búsqueda de consensos, por la imposición, la descalificación y la persecución. 

En 5 años no se ha tenido una sola reunión de acercamiento entre el gobierno y dirigentes partidistas y una sola vez han convocado a los coordinadores parlamentarios. 

En el congreso de la unión se impone la consigna de “no moverle ni una sola coma” a las ocurrencias de Palacio, y la mayoría indolente obedece sumisa, sabedores de que el poder judicial les va a corregir la plana. Por eso lo atacan.

Quienes se opusieron, como legisladores o como juzgadores, se les señaló como traidores a la patria, con la consigna irresponsable de:  “no me vengan con que la ley es la ley”.

A 5 años de gobierno, se sigue culpando al pasado, para sostener la perversa narrativa de los otros datos.

A la secretaría de gobernación le corresponde la conducción de la política interior para generar gobernabilidad, conciliar y propiciar dialogo con los actores políticos y de la sociedad civil.

La política, es una herramienta tan necesaria como ausente, en este gobierno.

*Es Diputado Federal del PAN