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El desperdicio de alimentos: una tragedia global revelada por un nuevo informe de la ONU.

Redacción Los Conjurados

Un reciente informe de la Agencia de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) ha sacado a la luz una realidad alarmante: mientras un tercio de la población mundial lucha contra la inseguridad alimentaria, una quinta parte de los alimentos producidos son desperdiciados, lo que equivale a mil millones de comidas tiradas a la basura.

Según el Informe sobre el Índice de Desperdicio de Alimentos 2024 del PNUMA, se estima que en 2022 se desperdiciaron un total de 1050 millones de toneladas de alimentos. Este desperdicio se distribuye en distintos sectores, siendo los hogares responsables del 60% del total, seguidos por los sectores de servicios alimentarios y venta al por menor.

El problema del desperdicio de alimentos no es exclusivo de países desarrollados, sino que afecta a nivel global. Los datos revelan una convergencia entre naciones ricas y pobres, con variaciones mínimas en los niveles promedio de desperdicio por persona entre distintas categorías de ingresos.

Además de representar una tragedia humanitaria, el desperdicio de alimentos agrava el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. Este fenómeno genera hasta el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo que lo convierte en un problema ambiental de gran magnitud.

Sin embargo, el informe ofrece un rayo de esperanza al destacar que existen iniciativas público-privadas exitosas para reducir el desperdicio de alimentos y sus impactos. Países como Japón y el Reino Unido han logrado reducciones significativas en el desperdicio, demostrando que un cambio a escala es posible con políticas adecuadas.

El informe, publicado antes del Día Internacional de Cero Desechos, proporciona orientación a los países para mejorar la recopilación de datos y adoptar mejores prácticas en línea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 12.3 de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030.