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Erika Rivero Almazán

La llegada de Fernando Manzanilla al equipo de campaña de Alejandro Armenta no fue una sorpresa por dos razones.

Pero antes de reflexionar estas razones, queda en evidencia una cosa: está quedando soterrada la especulación de que los simpatizantes de Ignacio Mier mudarían sus preferencias para el candidato del PAN Eduardo Rivera, antes de sumarse al equipo de Armenta.

No es así.

Y al parecer, ya no fue así.

La competencia por la candidatura a la gubernatura fue dura, reñida y en momentos bastante cruda entre los Mier, al grado de que era muy legítima la creencia de que cualquiera de los dos que llegara, le cerraría la puerta a su contrincante y a todo su equipo.

Incluso se habló de una posible división en Morena.

Claro: las tentaciones siempre están ahí.

En los hechos y hasta el momento, esta creencia se está disipando.

Desde la incorporación de Luis Antonio Godina, Antonio Hernández y Genis, Francisco Ramos (siendo de los primeros y sólo por mencionar a algunos), hasta ahora, de Fernando Manzanilla, en el equipo de campaña de Armenta, indican que la practicidad en Morena y, sobre todo, en el candidato, pesan más que cualquier artificio de poder.

Y es que la batalla de Puebla será estridente.

No será fácil para Morena.

La competencia es real.

Alejandro Armenta es un animal político, y hará todo lo que tenga que hacer para conseguir su objetivo: ganar la gubernatura.

Y por más encuestas que se presenten, y por más ventaja que se pronostique a favor del partido del vino tinto, Armenta no cederá ni un milímetro, ocupará todos los espacios y sumará a todos.

Les guste o nó a muchos.

No hay factores que indiquen que los morenistas se están confiado: desde la semana pasado el senador José Ramón Enríquez ya opera como delegado para sacar adelante la elección en la zona conurbada de Puebla, el talón de Aquiles.

Ya se sumó el expriísta Jorge Estefan Chidiac al gabiente del gobernador Sergio Salomón y ya está participando en la estrategia electoral estatal, tarea en la que ha demostrado ser un verdadero experto.

Es por eso que no es sorpresa la incorporación de Manzanilla.

Sólo era cuestión de tiempo.

Desde el pasado mes noviembre, cuando Armenta fue declarado virtual candidato a la gubernatura, invitó a una comida en El Colonial a todo el equipo más cercano de Nacho Mier, y por supuesto que ahí estaban en primera fila Fernando Manzanilla, Luis Antonio Godina y Antonio Hernández y Genis.

Ahí mismo, Armenta los invitó a sumarse a su equipo.

Unos lo hicieron casi de inmediato.

En los hechos, Fernando Manzanilla ha estado colaborando con Armenta desde principios de año.

Pero fue hasta este lunes cuando decidió hacerlo público.

La relación Armenta-Manzanilla tiene su historia: En el 2010, cuando ganó Rafael Moreno Valle a Javier López Zavala, Armenta era presidente del PRI, y ambos crearon puentes. Para el 2018 los dos fueron en alianza para hacer campaña en Puebla a favor de López Obrador, Alejandro como senador y Manzanilla como diputado federal: los dos ganaron.

Hoy, Armenta es el candidato a la gubernatura y reconoció en Manzanilla su experiencia y la capacidad para ganar elecciones.

¿Se repetirá la historia?

¿Los dos ganarán?