Compartir es amor

La columna de Erika Rivero Almazán

Confidencias de una mujer audaz: Nora Merino Escamilla, presidenta de la Mesa Directiva del Congreso del Estado. (Los Conjurados. Marzo 9.22)

  1. De donde yo vengo, la probabilidad no me ayudaba: una mujer que viene de la clase media baja, y llegar a donde hoy estoy, son casos rarísimos: mi abuelo, machista, me decía, eres una gran soñadora, le echas ganas y tienes ‘ángel’, pero ‘mija’, vivimos en Chipilo y si fueras una güera de 1.80 metros, se fijarían más en ti, pero morenita, de metro y medio, te va a ser mucho más complicado… (risas). Y mira, solita con mi pura chamba, sin padrino político, se dio.
  2. ¿Cuál es mi secreto para llegar a donde estoy a mis 29 años?.. No tengo tips, todavía no identifico cuál fue la llave que me ha abierto las puertas… vengo de la cultura del esfuerzo: vengo de la clase media baja, hija de una maestra y que se fue dos años de ‘mojada’ a Estados Unidos, mi papá sigue siendo camillero en un hospital… vivimos mucho del rastro de traspatio que tenía mi abuelo en Chipilo: mi abuelo mataba vacas… crecí en escuelas públicas, no teníamos para más… tener un auto, un viaje a la playa, a Veracruz, no te digo a Dubai (risas), era un sueño, impensable… vengo de muy abajo, y creo que mi ‘secreto’ es la persistencia… soy muy persistente, dedicada: audaz, sobre todo… acompañado de un buen sentido común. A los ‘no’ los he convertido en ‘si’… cuando me dicen que no se puede, hay algo dentro de mí mucho más fuerte que dice que ‘sí, sí se puede porque yo lo quiero’.
  3. El no tener ‘nada’ y no conocer el mundo político me dio mucha valentía… aprendí al acierto y error… no tenía a quién preguntarle, no tenía ninguna referencia en mi familia, ¿a quién le pregunto?, ¿a mi mamá maestra, mi papá camillero, mi abuelo que mataba vacas, mi tío lechero? Creo que ese fue mi diferenciador… Soy entrona…
  4. Cuando no has tenido nada, vienes con mucha hambre de hacer cosas… por ejemplo, desde la primaria yo decía que quería ser presidenta de la República, y mis compañeros de la escuela pública Vicente Suárez, me decían que estaba loca… desde entonces me decía ‘no me importa que nadie crea en mí, yo sí creo en mí’… pero esto no es para todo: soy muy miedosa en muchas cosas: suelo dejar prendida la luz porque de noche me da miedo la oscuridad, me dan pavor los ratones… para mi vida profesional soy muy valiente, pero para mi vida privada son muy miedosa para un montón de cosas.
  5. ¿Y el amor? Sí quiero rehacer mi vida en el amor, pero no es algo que esté buscando… no ando tocando puertas o pidiéndome que me presenten al alguien… estoy totalmente abierta a que eso pase, y sé que va a pasar, pero ahora estoy disfrutando mi soltería… no me siento sola… ahora lo dejo un poco de lado porque también es cierto que a los hombres sí les da miedo una mujer exitosa, y yo, por mi parte, sé que no me conformaría con cualquiera, porque quiero un hombre que me acompañe en mis deseos, en mis luchas y que entienda que soy una mujer independiente, que está construyendo y que tiene muchos planes por cumplir, pero sobre todo, que tiene un hijo.
  6. No valgo más porque tenga novio o esposo: no voy a hacer mejor política teniendo novio o esposo… soy la que soy porque soy Nora. Aunque he de reconocer que existe un tabú muy fuerte, en donde la sociedad ‘te respeta’ más, y te valora más, si tienes un esposo… eso es cierto. Pero eso es algo en lo que trabajo diario y demuestro todos los días… vean donde estoy, soltera, mamá en crianza sola, la única mujer que ganó la capital en estas elecciones, soy la presidenta de la mesa directiva del Congreso… no es cosa menor… y voy a seguir haciendo que las cosas pasen… y cuando tenga novio… no voy a ir a decirle al mundo: “¡Mundo, ya tengo novio!”, no para nada, te lo contaré a ti, porque eres mi amiga, en corto… pero mi vida privada, es privada.
  7. Ser mujer sigue siendo ‘un tema’, un reto extra. La cantante Taylor Swift habla en una canción: Yo he corrido lo más rápido que he podido, pero de repente me detengo a preguntarme, si un hombre hubiera corrido lo mismo, ¿a dónde él hubiera llegado?… y esto es cierto: yo he hecho todo lo que está en mis manos: he trabajado sin descanso, he sacrificado mi familia, mis vacaciones, mi estabilidad física (agotamiento) o emocional (es escrutinio público es brutal y las redes sociales peor), he dado todo de mí, he corrido lo más rápido que he podido… tengo 29 años, soy presidenta de la mesa directiva de esta legislatura, fui diputada local y fui la primera mujer presidenta de la junta de gobierno, soy mamá en crianza sola y seguiré dando la lucha… y sí me pregunto… si hubiera sido hombre ¿a dónde hubiera llegado?
  8. Si somos mamás, es otro tema: pareciera que si quieres ser buena madre, pues no vas a ser exitosa, o viceversa, como si ambas estuvieran peleadas. Socialmente estás mal vista si buscas ayudas porque ‘crías a tus hijos con nana’, o si estás soltera, hasta ponen su femineidad en duda porque como no tienes un hombre a tu lado, o estás amargada o eres lesbiana. En pocas palabras, nuestra vida personal es un foco de atención que te afecta en tu vida profesional, y eso jamás pasa con los hombres.
  9. Sin embargo, el movimiento de las mujeres va lento, pero estamos avanzando: debemos reeducarnos quienes en este momento somos mamás para educar a nuestros hijos diferente: mi mayor reto es educar a mi hijo, que sepa tratar, respetar a una mujer y que participe en otros roles de género. Vamos por el camino correcto porque ahora ya lo hablamos lo que antes era impensable, por ejemplo, una violación de un esposo con su esposa, ¿cómo? Era tu esposo y tenías la obligación de hacerlo… ahora ya no. Quedó sepultado la recomendación de la abuela ‘es tu cruz y debes de cargarla, no puedes dejar a tus hijos sin padre’.
  10. Si hay más mujeres en puestos de poder, pero no somos muchas… me explico, hay paridad de género en el Congreso: hay 21 mujeres y 20 hombres, pero en la conformación de la junta de Gobierno, el máximo órgano en donde se toman las verdaderas decisiones, son 6 hombres y una mujer, yo. Nos falta llegar a esos espacios de las tomas de decisiones… para repercutir los cambios que las mujeres necesitamos para tener una mejor calidad de vida.
  11. Hay una gran brecha en los salarios: las mujeres seguimos ganando menos aún en el mismo puesto que un hombre, y otra cosa importante que se da mucho en los trabajos: los hombres siguen siendo los que ostentan los cargos directivos, y pese a que exista una mujer en el mismo nivel directivo, no es tomada en cuenta igual, con el mismo respeto y autoridad.
  12. La otra deuda para las mujeres es la violencia: no sabes cómo escucha a los hombres decir ‘ay ya párenle a ponerles nombres a la violencia, parece moda’; pero no, hay que ponerles nombre para poder mencionarlas y visibilizarlas: la violencia económica, laboral, familiar, feminicidios, la violencia en redes sociales, el ciberacoso, la vicaria (la que ejercen los hombres en contra las mujeres utilizando a los hijos en común). De 10 mujeres, 9 han sufrido esta violencia, estamos hablando de un 90% de las mujeres. ¡Es altísimo!
  13. La agenda Trans, es un tema delicado: no podemos permitir que los espacios que se han ganado por y para las mujeres, los trans quieran ocuparlos: ellos tendrán que luchar por sus derechos humanos, y seguramente, muchas mujeres los acompañaremos, pero no pueden ir mezclados. Hay que diferencias las dos agendas. Las acciones afirmativas son para las mujeres. En México hay casos documentados de que el INE a tenido que ‘bajar’ candidatos trans por ese motivo, porque son espacios de género para mujeres.