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La columna de Érika Rivero Almazán

Quien crea que el 2021 fue un año de esplendor para MORENA por el resultado electoral que le dio ventaja por el mayor número de municipios ganados y curules en el Congreso, podría salir decepcionado.

Y muy engañado.

En el fondo de MORENA Puebla hubo un malestar que no se combatió a tiempo, y como toda mala hierba sigue creciendo con la amenaza de ahogar el crecimiento de un partido que, aparentemente, tiene todo para ganar el 2024, y en específico, retener la gubernatura.

¿Pero cómo hacerlo cuando cualquier aspiración, crecimiento o mejora es considerada como una amenaza?

Porque una cosa es la competencia, las rivalidades entre grupos y las patadas bajo la mesa, y otra es la abierta amenaza.

Aristóteles Belmont, el líder estatal de MORENA (para unos, y para otros el espía de Claudia Sheinbaum) lo especificó claramente en entrevista:

“Sí hay un desencanto del partido como tal, porque en algún momento se dedicó más tiempo a las pugnas internas que hacer las tareas y la vida del partido… sin embargo hemos estado caminando y escuchando a la gente, eso hacía falta: que una dirigencia diera un mensaje no sólo en una asamblea, sino a interactuar y retroalimentarnos… que se expresen de manera abierta y sin censura, sin miedo: la esperanza está viva, pero esto no está terminado”. (Los Conjurados Dic.23.21).

Efectivamente, no está terminado.

No queda claro cuál será la estrategia que seguirá MORENA es su inminente camino electoral al 2024: Gabriel Biestro, exdirigente del partido, ahora se localiza en el terreno inhóspito de la incertidumbre.

¿El gobernador lo dejó solo? Se comentó tanto de que ocuparía un cargo en su gabinete, o que bien, regresaría a la dirigencia del partido; pero ni una cosa ni la otra. Biestro escogió el silencio.

Quien parece haber tomado el bastón de mando que dejó Biestro el año pasado es el líder de la bancada de Morena en el Congreso, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien también hace las funciones de voz del gobernador en el Congreso y hasta mucho se comenta que podría ser la carta de Barbosa para la candidatura a la gubernatura.

De ése tamaño.

¿Será?

Pues por lo mientras, todos se le ‘cuadran’ al diputado, por si las dudas.

Los que no, son los considerados antibarbosistas, mucho se a hablado de ellos y para que no cupiera duda, hicieron su fiesta particular el pasado 19 de diciembre en la inauguración de la apertura de la “Casa del Movimiento”, en donde la reaparición pública de la exalcaldesa Claudia Rivera, no deja duda de que es un grupo con voz y voto.

Y es contestatario al barbosismo.

Con todo lo que esto significa y el poder que en este momento engloba Luis Miguel Barbosa.

Aún así, el divorcio ya es abismal.

MORENA está dividido, y es la hora en que la dirigencia oficial, o al menos, la reconocida por la federación, no se sienta con el gobernador emanado de su propio partido.

Incluso, hace un mes hubo un encuentro interesante del que poco se habló: Aristóteles Belmont y Gabriel Biestro, en donde el primero invitaba a participar en eventos y giras al segundo.

¿Qué le habrá respondido Biestro?

Para Belmont este es un asunto claro, y lo trata de manejar “políticamente correcto”:

“Cuando a mí me encomendaron el partido en Puebla no había nada, ni base de datos, ni nada… empezamos de cero y convocamos a todos, absolutamente a todos… porque MORENA no es de esta dirigencia ni tiene dueño, es de la gente, y nosotros recibimos ordenes de nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador”.

Y se le preguntó a Belmont si como propósito de año nuevo se sentaría con el gobernador Barbosa: “Si, por supuesto, soy de la idea que un gobernador emanado del partido debería tener un diálogo directo y constante con su partido… si bien él está muy enfocado en gobernar para los poblanos, yo no estoy cerrado a la posibilidad de que nos pudiéramos reunir, yo encantado…”.

De las palabras a los hechos hay un mundo de diferencia: el DAP fue un ejemplo. Mientras la versión oficial de MORENA es rechazar el cobro del Derecho al Alumbrado Público, los barbosistas en el Congreso recibieron otra instrucción del gobernador.

Una raya más al tigre.

“La postura oficial de MORENA fue que en estos momentos no viene bien a Puebla un cobro de esta índole, lo dijo nuestro presidente, y por eso hicimos un llamado a los representantes populares del partido que se abstuvieran de votar a favor y que se apegaran a la plataforma de la 4T, y que no apoyaran una propuesta que además es panista”.

El resultado ya lo conocimos todos: la instrucción vino desde la federación, y la historia cambió de rumbo.

La revocación de mandato es el siguiente reto para MORENA Puebla: mientras el gobernador ha mantenido una postura pública de que no intervendrá en la encomienda del presidente López Obrador, la 4T en Puebla tiene otro discurso.

Y mientras, bajo las aguas se siguen moviendo otros grupos.

Grupos fuertes que se mantienen lejos del buen agrado del barbosismo: el del senador Alejandro Armenta Mier y el del diputado federal Ignacio Mier, ambos conocidos por su mira en Casa Puebla.

MORENA Puebla: lejos de la federación y dividida.

Así se encamina al 2024.

Y aún así, podría alcanzarle para ganar.

Pero ¿qué grupo?