Los Conjurados – La columna de Érika Rivero Almazán
El triunfo de Alejandro Armenta como virtual candidato a la gubernatura, de Ignacio Mier para la senaduría y la revelación de Claudia Rivera como la mujer más votada de los morenistas poblanos exhiben la incongruencia con la que se ha manejado el Consejo Político Estatal de Morena.
Se supone que los consejeros estatales votaron conforme al «sentir» de la militancia, de «los camaradas» y de los poblanos en general para llevar a sus mejores mujeres y hombres a una competencia electoral en donde el objetivo es «el zapato», «casa llena», para conseguir la mayoría en el Congreso de la Unión.
Y resulta que estos representantes del pueblo no hicieron su trabajo. No se acercaron ni tantito a los resultados finales de las encuestas que presentó la Comisión Nacional de Elecciones. Y hasta el momento, nadie de la dirigencia, empezando por su presidenta, Olga Romero Garcicrespo, ha dado una explicación sobre estos resultados. Estos consejeros «comprometidos con el pueblo bueno y sabio» no dieron ni un voto a Alejandro Armenta, mientras que a Ignacio Mier apenas logró «arañar» 44 votos, además de que Claudia Rivera fue ignorada.
Recordemos que al día siguiente de conocer estos resultados, tuvo que ser el dirigente nacional Mario Delgado quien, en entrevista y a pregunta expresa, incluyera al senador en la puja, al explicar que Armenta «tenía los más altos niveles de conocimiento y el potencial para ganar una elección»; corrigiendo así la plana al Consejo Político de Puebla.
¿Qué explicación lógica pueden dar hoy estos consejeros, que se desviven en felicitaciones a Alejandro Armenta, primero, y después a Ignacio Mier? Y la duda carcome: ¿con qué cara van a presidir la difícil selección de candidatos a las 217 presidencias municipales, todas las diputaciones locales y federales?
Alejandro Armenta tiene el apoyo del gobernador y ahora, de su otrora rival, Ignacio Mier. Los primos se dieron la mano con una sonrisa y posaron para la cámara. Ambos son profesionales. Difícil que fuera de otra manera. Pero, como en todo, el tiempo testificará la autenticidad de la foto. Porque la segregación interna solo beneficiaría al PAN y al Frente Amplio.
Pero aquí el factor crucial de esta historia es el gobernador Sergio Salomón Céspedes. Él fue el cirujano acucioso que concretó el pacto de unidad. Y no solo en su partido, sino en el terreno nacional al reconciliar a Puebla con la federación, después de la hiel exponencial que emanaba en la época del barbosismo con el presidente Andrés Manuel López Obrador. En un tiempo récord, el gobernador realizó esta operación exitosa con la federación, para después apoyar a Claudia Sheinbaum. Al mismo tiempo, reconciliaba a los grupos políticos internos y se acercó a todos los sectores, sembrando paz y estabilidad.
Todos estos frutos serán cosechados por Morena en la campaña de 2024. Y el primer beneficiado de todo este trabajo será Armenta, quien lo sumará a sus kilómetros ya recorridos.
Por eso ahora la pregunta es válida… ¿qué está haciendo la diligencia estatal de Morena? ¿Cuál es su función? Porque hasta el momento ha dado muestras de inoperancia, ineficacia y de una total falta de objetividad con su trabajo. Una piedra en el zapato para Armenta. Y al virtual candidato, conociendo sus pasos, todavía dará muchos más de aquí a la elección. Necesita zapatos cómodos.