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La columna de Maritza Mena

El papel que han jugado los médicos cubanos ha sido crucial para la consolidación de las dictaduras en América Latina, mismo que se ha documentado en medios internacionales, sobre todo, en el caso de Venezuela.

El país más rico de la región hoy es uno de los más pobres, y ha condenado a su población a vivir en condiciones similares a naciones africanas.

Los médicos cubanos muchas veces son explotados por el régimen castrista que ha sido catalogado como mucho más reaccionario que el de Francisco Franco en España.

El problema con la llegada de estos “especialistas” de Cuba es que tienen la misión, no de salvar vidas, sino de adoctrinar a la población para salvaguardar el proyecto de nación en turno.
El que se está desarrollando en México es uno que proviene de una agenda transnacional que es conocida por sus similitudes con la que fue instaurada por el régimen Castro-Chavista, que terminó por afianzar una dictadura en ese país.

Además, existen denuncias acerca de que el salario pagado por las naciones a los “médicos” va directamente a financiar al gobierno totalitario en Cuba.

Las plazas que ofreció el Presidente de la República en su gira por Centroamérica y el Caribe son por ahora 500. No hizo caso de las críticas por privilegiar la contratación de médicos extranjeros antes que a mexicanos, a pesar de que existen en el país especialistas de alto nivel.

La realidad es que la idea de que Cuba tiene un sistema de salud de talla mundial es un mito porque no existen medicamentos, la gente que es atendida se encuentra en condiciones deplorables en los hospitales, según se ha difundido ampliamente por las redes sociales.

Entonces el pensamiento de traer médicos cubanos por falta de galenos en nuestro país es una historia más del régimen para justificar la entrada de adoctrinadores.

Así fue en Venezuela, y lo que hicieron fue afianzar el triunfo del Castro-Chavismo. Después de los médicos llegaron los militantes que aún acompañan a Nicolás Maduro y que socavaron a las Fuerzas Armadas de ese país.

Si con tantas similitudes los mexicanos no pueden ver la verdadera intención del Gobierno mexicano, quien desde los primeros días de su gobierno enfatizó que su transformación sería un cambio de régimen, tal vez México esté destinado a la “cubanización”, como se ha denominado la transformación de los países que han caído en las garras del socialismo del siglo XXI.