Compartir es amor

Las redes sociales a menudo fomentan conexiones superficiales y aleatorias, donde las interacciones se basan en likes y emojis en lugar de intereses o visiones compartidas.

Reportaje: Gaceta UNAM

El incremento del uso de dispositivos digitales ha llevado a un crecimiento en las relaciones amorosas a través de las redes sociales, lo que está generando vínculos amorosos inestables y poco funcionales, según advierte Rolando Díaz Loving, catedrático de la Facultad de Psicología de la UNAM.

Estas relaciones virtuales, identificadas como líquidas o desechables, dijo, a menudo resultan en decepciones sentimentales, episodios de depresión e incluso intentos de suicidio.

Díaz Loving explica que la necesidad natural de apego y protección de los seres humanos se desarrolla de manera muy diferente en las relaciones virtuales a través de dispositivos móviles.

Las redes sociales a menudo fomentan conexiones superficiales y aleatorias, donde las interacciones se basan en likes y emojis en lugar de intereses o visiones compartidas.

El especialista señala que el tiempo excesivo en las redes sociales puede tener efectos negativos, incluyendo la reducción de la capacidad de control y el aumento de la ansiedad y la ira.

Además, las personas que dependen de las redes sociales a menudo buscan constantemente retroalimentación y pueden experimentar situaciones de acoso.

En resumen, la proliferación de relaciones amorosas en las redes sociales plantea desafíos significativos para la salud mental y el bienestar de las personas, ya que a menudo conducen a conexiones superficiales y problemas emocionales.