La columna de Humberto Aguilar Coronado
“Es muy importante insistir en la vacunación porque es la mejor manera de protegernos, está comprobado” dijo el presidente López Obrador en su mañanera del día de hoy, martes 13 de julio, al insistir que una vez vacunados, existe menor posibilidad de contagio del virus COVID-19.
Que diferente declaración a la emitida al inicio de la pandemia cuando sostuvo que no había de que preocuparse, que no pasaba nada y que incluso, había que abrazarse sin mantener el distanciamiento social recomendado por las autoridades sanitarias.
Que el virus no hacía lo que el viento a Juárez.
Que fue lo que cambió en el discurso del presidente a casi 16 meses de que las autoridades mexicanas aceptaron la existencia de la pandemia.
Que diferente es no haberle dado importancia a la existencia del virus, y de la pandemia que se presentaba, a considerar ahora que la vacuna es lo que puede salvar vidas y por lo cual, el gobierno está redoblando esfuerzos para incluso, instaurar operativos especiales en los municipios de la frontera norte, con el objetivo de reanudar las actividades económicas y comerciales.
Aplaudo esta postura del gobierno, porque, aunque hacen falta vacunas, es muy importante que día con día se incremente el número de mexicanos vacunados ante la amenaza latente de la aparición de una nueva cepa del virus y su tercera ola de repuntes en los contagios.
El dato oficial nos marca que se han vacunado más de 50 millones de personas, dato importante, pero no suficiente.
Hasta el día de ayer se reconoció un incremento del 22% de los contagios con respecto a la semana anterior, es decir, que en México ya se han contagiado más de dos millones y medio de personas.
No hay que cantar victoria porque los países responsables se están preparando para hacerle frente a esta tercera ola de contagios. Ojalá que la declaración presidencial se enmarque en esos preparativos, porque ya sabemos que, en nuestro país, los gobernantes se han tenido que retractar de sus afirmaciones y del manejo que han tenido con la pandemia.
Al principio, López Obrador dijo que no nos iban a hacer nada los infortunios ni las pandemias ni nada de eso, y estamos inmersos en una crisis económica que no parece encontrar la salida y una crisis de seguridad que va al alza.
López Gatell dijo que el presidente no se iba a contagiar porque tenía la autoridad moral que lo protegía, y se contagió.
Le apostaron a que en México la vacuna AztraZeneca fuera la que se aplicara en mayor número de dosis y no ha sido así.
López Gatell afirmó que no se iba a llegar a los 30 mil muertos y ya vamos en la cifra nada aceptable de 250 mil decesos.
En fin, lo importante es que los mexicanos sigamos haciendo conciencia que aún con la vacuna impuesta, se deben seguir tomando esas medidas de sanidad y protección que recomendó la autoridad sanitaria desde hace mas de un año y que siguen vigentes para todos, aunque el presidente siga sin usar cubre bocas.
*Es Diputado Federal Electo por el Distrito 10 con cabecera en San Pedro Cholula